La gobernadora conservadora de Tokio, Yuriko Koike, ha ganado su tercer mandato consecutivo en las elecciones gubernamentales del pasado domingo 7 de julio, asegurando su puesto para los próximos cuatro años, con más de 2.9 millones de votos, el equivalente al 42.8% del total de votos emitidos.
En su primer mandato, Koike se comprometió a centrarse en problemas locales, sobre todo en cuestiones como solucionar el hacinamiento en el transporte público y la cultura de la sobrecarga laboral en la ciudad. Sin embargo, hoy en día, sus opositores la critican diciendo que los trenes continúan llenos y que la sobrecarga laboral sigue siendo un problema.
Pese a esto, y tras convertirse en la primera gobernadora de Tokio en el año 2016, y ser reelecta en el año 2020, la gobernadora guió con éxito a la ciudad más poblada del país durante la pandemia del COVID-19, cuyo reconocimiento se incrementó al gestionar de forma eficiente los Juegos Olímpicos programados para 2020, que fueron retrasados para un año después.
Afirmando que “la gente prefiere tener algo nuevo, o alguien nuevo, para cambiar la sociedad”, y que ganó su primer mandato por ser mujer, Koike indica que su principal desafío es “cómo avanzar en la transformación digital, dado que las industrias han cambiado significativamente”, a su vez que estableció que consolidaría esfuerzos con el fin de continuar mejorando Tokio, destacando el ambiente para el empoderamiento de las mujeres, el cual definió como “insuficiente en comparación con otras partes del mundo”.